2. LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA
La derrota en la guerra amb els Estats Units d'Amèrica i la consegüent pèrdua territorial a l'oceà Pacífic i el Carib va suposar l'ensorrament de l'imperi «donde nunca se ponía el sol» i el fracàs d'Espanya en el tombant dels segles XIX i XX (Desastre del 98). Les conseqüències foren de llarg abast:«España nació con el Imperio y se quebró con él. Cuando en 1898 los españoles se enteraron de que ya no había colonias en América, donde Estados Unidos comenzaba a dominar, y que los Pirineos habían dejado la Península fuera de Europa, algunos empezaron a darse cuenta de que se habían perdido las mejores oportunidades para comenzar a construir un gran estado nacional moderno. Luego vino la generación intelectual de la depresión y la angustia por lo que podría haber sido y no fue. También el catalanismo y el vasquismo comenzaron la búsqueda alternativa de naciones y estados propios. La contrarreacción desesperada, más que nacionalista, pretendió regresar Por el Imperio hacia Dios» (Colomer, 2018: 12-13).
El revés finisecular va extenuar el règim de la Restauració alhora que va propiciar l'enfortiment del catalanisme polític (Tancament de caixes, Solidaritat Catalana), la generació de 1901 (Riquer, 2022: 15) i la contestació del moviment obrer. L'Oda a Espanya de Joan Maragall -escrita en aquell context- encara retruny: On ets Espanya? -No et veig enlloc. No sents la meva veu atronadora? No entens aquesta llengua -que et parla entre perills? Has desaprès d'entendre an els teus fills? Adéu, Espanya!
L'esfondrada es va reprendre amb la guerra del Rif que arrossegà els mateixos mals estructurals i endèmics: la corrupció i la negligència (Iglesias, 2022). Llavors l'Estat va crear dues unitats colonials marroquines que perduren en ple segle XXI: els Regulares (1911) i la Legión (1920). Ramón J. Sender va escriure Imán sobre l'experiència:«Es la guerra. Esto es la guerra. La banderita en el mástil de la escuela, la "Marcha Real", la historia, la defensa nacional, el discurso del diputado y la zarzuela de éxito. Todo aquello, rodeado de condecoraciones, trae esto. Si aquella es la patria, esto es la guerra: un hombre huyendo entre cadáveres mutilados, profanados, los pies destrozados por las piedras y la cabeza por las balas» (Sender, 1979: 190). El determini d'eximir de responsabilitat l'Exèrcit (Expediente Picasso) i la connivència del rei Alfons XIII, a. en Cametes, empenyé el cop d'Estat del general Miguel Primo de Rivera y Orbaneja el 13 de setembre de 1923. La maniobra pretenia «sanejar» la societat i la política sense alterar l'statu quo regalista.
Primo de Rivera, marquès d'Estella i de Sobremonte (Jerez de la Frontera,
1870 - París, 1930), encarnava l'oficialitat colonial i l'exèrcit de l'Àfrica
(Torres, 2020). Quan es sollevà ocupava el càrrec de capità general de
Catalunya. En un primer moment va tenir el concurs de la burgesia catalana (la
Lliga) per tal d'aplacar els carrers i afermar el «principi d'autoritat»
enfront la dissidència social (Aisa, 2016). L'autòcrata, però, d'immediat va
implantar una repressió etnocida contra Catalunya (Roig, 1992). Dissolgué la
Mancomunitat i forçà desterraments i exilis. El PSOE i la UGT contemporitzaren
amb el règim (Perfecto, 1994: 233-237). Josep Pla, cronista parlamentari, ho va
testimoniar resoludament:«Largo Caballero fou el braç dret de la política
social de la Dictadura» (Pla, 2005: 623-624). L'ànsia expansionista faria del
nord d'Àfrica el seu medi malgrat la revolta popular que va provocar (Setmana
Tràgica) i per la qual Barcelona fou anomenada «la Rosa de Foc».
El directori va ser un més de la dotzena de governs autoritaris de dretes i
feixistes que varen usurpar a Europa l'antic ordre liberal acabada la Primera
Guerra Mundial. El referent fou la Itàlia de Mussolini (Baldofur, 1997: 234).
En el període d'entreguerres es va esvair la civilització del s. XIX i es
configurà un nou ordre internacional (Polanyi, 2021: 29-35).
L'endemà del cop el diari gironí
va publicar el manifest insurreccional i el ban declarant l'estat de guerra a
Catalunya i la imposició de la censura de premsa i impremta. La proclama «Al país y al Ejército» incloïa una crida a la
homenia espanyola: «Este movimiento es de hombres: el que no sienta la
masculinidad completamente caracterizada, que espere en un rincón, sin
perturbar, los días buenos que para la patria preparamos. Españoles: ¡Viva
España y viva el Rey!». Talment elucubraven: «Aunque nazcamos de una
indisciplina formularia, representamos la verdadera disciplina, la debida a
nuestro dogma, y amor patrio, y así la hemos de entender, practicar y exigir,
no olvidando, que como no nos estimula la ambición, sino por el contrario el
espíritu de sacrificio, tenemos la máxima autoridad» (Diario de Gerona de
avisos y noticias, 14/9/1923, p. 1-3).
Quan encara no feia una setmana de la presa del poder ja es va dictar un
reial decret establint mesures i sancions contra la comunicació pública en
català, gallec i eusquera. També es prohibiren les senyeres de Cataluya,
Galícia i el País Basc (Gaceta de Madrid, 19/9/1923, p. 1146).
El dictador va escriure a Cambó
exposant el lingüicidi:«pediría al pueblo catalán, como
pido al vasco y al galaico, (...) que por todos se difunda y se use
el [idioma] predominante como único medio de ensachar y fortalecer la base
racial y espiritual de la España grande» (Quiroga, 2022: 224). El bisbe de Girona, Josep Vila Martínez, secundà la
proscripció amb una frase lapidària: «El hablar catalán constituye por sí
mismo un acto antipatriótico» (Clara, 1982; 1992). El cardenal primat Vidal i
Barraquer, però, no s'avingué a «españolizar Cataluña» (Raguer, 2011;
Cots, 2015).
La Dictadura es proposava la configuració espanyolista i reaccionària de la
població i per aconseguir-ho també va empènyer l'adoctrinament dels
escolars: «A los niños hay que educarlos también de una manera que vieran
en el régimen la receta para la salvación de España. La escuela y la Iglesia,
maestros y sacerdotes deben de combinarse para inculcar el amor al régimen»
(Ben-Ami, 1984: 124). Una estructura original fou el Servicio Nacional de
Educación Física Ciudadana y Premilitar (precedent del Frente de
Juventudes).
Tot just passat un mes del cop d'Estat la Inspecció de Primera Ensenyança
de Girona va emetre una circular sobre la imposició del castellà i la religió a
les aules: «1.- Todos los Maestros enseñarán intensa y pedagógicamente la
lengua castellana, desde el primer día que el niño entre en la Escuela; de
suerte que al tercer año de estudios estén ya suficientemente preparados para
recibir, por medio de ella, como vehículo, las diversas enseñanzas del programa
oficial. 2.- A partir de esta época, los Maestros hablarán siempre en
castellano a los niños. 3.- En la Escuela no se permitirán otros libros de
texto, escritos en lengua catalana, que el catecismo de la Doctrina Cristiana y
los aprobados por el Gobierno, desterrándose todos los demás. 4.- En toda la
Escuela habrá un Diccionario de lengua castellana y otro catalán-castellano y
viceversa. 5.- En el último grado dedicarán además tiempo suficiente a la
Gramática enseñada por medio de ejercicios prácticos. 6.- Para que la enseñanza
del castellano pueda alcanzarla con los principios pedagógicos, se destinará,
por lo menos, una hora diaria a la clase de Lectura y otra a la de Escritura,
divididas en dos sesiones cada una. 7.- Como el método influye grandemente en
el provecho de los alumnos, todos los Maestros enseñarán a leer, escribiendo
palabras y frases, cuyo significado sea conocido de los niños, apartándose de
cualquier otro procedimiento en los primeros pasos de esta disciplina. 8.-
Asimismo se recomienda que en los últimos años de Escuela se enseñen las
diversas asignaturas del programa oficial, cuya índole lo permita, por medio de
lecturas comentadas y resúmenes escritos todos en castellano. 9.- Se exigirá la
responsabilidad a que haya lugar al Maestro que, apartándose de estas normas,
presente alumnos retrasados en la enseñanza del castellano y demás disciplinas
obligatorias. 10.- En la enseñanza de la Religión se invertirá, a lo menos,
media hora diaria. 11.- El mismo tiempo se dedicará a la Aritmética, estando
todos lo Maestros obligados a enseñar el sistema métrico desde las primeras
lecciones. 12.- En las cinco horas de clase que señala el nuevo Estatuto, no se
puede comprender el tiempo de descanso que tienen algunas Escuelas, así como
tampoco el tiempo que se conceda para entrada de los niños, sino que deben ser
cinco horas de clase completas y bien aprovechadas; no cinco horas de Escuela.
Gerona, 19 de octubre de 1923. El Consejo de Inspección: J. Montserrat Torrent,
Francisca López y José Junquera» (BOP de Girona, 23/10/1923, p. 411).
El nacionalcatolicisme imperà: «Fue una época de nacionalización
españolizada, en el sentido de la promoción de los valores esencialistas y
emocionales, con todos sus atributos simbólicos de naturaleza católica y de la
masculinidad de la nación. Los actos litúrgicos aumentaron su presencia pública
vinculándose aún más a formas culturales colectivas de religiosidad popular,
como la Semana Santa, las fiestas patronales o la integración de los símbolos
católicos en los actos nacionales. Las corridas de toros, los pasodobles o el
cancionero flamenco alcanzaron un proceso más acabado como estereotipos del
espíritu nacional, arrastrando y dando sentido nacional a muchos de los valores
ya curtidos décadas atrás. Y la moralidad en las costumbres aumentó la
vigilancia de los poderes públicos ante el frenesí modernizador de los felices
años veinte» (Martínez Martín, 2022: 124-125).
Els mestres sota la Dictadura no varen experimentar cap millora respecte la
seva lamentable situació sòcioprofessional. L'Estatut general del Magisteri de
Primera ensenyança (1923) esdevingué un text merament burocràtic. La realitat
era punyent: «Y, en efecto, en España, el maestro de escuela, en vez de
haber sido eregido primer magistrado de la nación era el tipo representativo de
los grandes ayunos, como si se quisiera apagar su inteligencia impidiéndoles
comer. ¡En cuántos pueblos el maestro de escuela tenía que vender su
independencia al cacique político para llevar algo más a su estómago!» (Cf. López
Martín, 1986: 360).
D'altra banda, la reforma de la
secundaria de 1926 va establir el batxillerat elemental i el batxillerat
universitari emfatitzant l'exaltació dels mites imperials amb la creació de les
assignatures de Historia del Mundo, Historia
Hispanoamericana, Historia de España i Historia de
la Civilización Española.
Primo de Rivera es posicionà al
costat de l'Església catòlica per a obstaculitzar l'escola laica i afavorir els
ordes i instituts de religiosos i religioses de l'ensenyament. Per això es
normativitzà la destitució dels mestres que conculquessin la doctrina religiosa
i patriòtica. Igualment, es va fer obligatòria l'assistència als cultes
litúrgics d'ensenyants i alumnes (González-Calleja et alii, 2015: 66-67). En el
mateix sentit la legislació corporativa que va impulsar el ministre Eduard
Aunós imposà que els membres del comitès paritaris anessin a missa cada
diumenge.
La Dictadura obrí una repressió
contumaç entre els docents: «El régimen se apresuró a llevar a cabo una caza de brujas catalanistas
entre los maestros. A principios de octubre de 1923, todos los maestros e
inspectores recibieron instrucciones de denunciar a sus colegas si estos daban
clases en cualquier otro idioma que no fuese el castellano. Decenas de maestros
nacionales fueron denunciados por sus compañeros, por inspectores, o
simplemente por ciudadanos anónimos. Además, la Dictadura tomo medidas contra aquellos
inspectores considerados demasiado indulgentes, los cuales fueron enviados a
provincias fuera de Cataluña y reemplazados por individuos leales a Primo. Los
colegios privados y los públicos que dependían de los ayuntamientos fueron
también blanco de la acciones del régimen. Los gobernadores civiles y
militares, con la cooperación de los delegados gubernativos, en primer lugar,
purgaron de los ayuntamientos a todos aquellos que consideraron separatistas,
y, en segundo término, despidieron a los empleados municipales acusados de ser
catalanistas, fortaleciendo de ese modo su control sobre las escuelas y
bibliotecas municipales. Todas estas purgas respondían a una lógica quirúrgica
de "saneamiento del cuerpo nacional"» (Quiroga Fernádez, 2022:
225-226).
Els mestres expulsats varen ser rellevats per professos docents (el 56,59%
religiosos i el 35,14% religioses). L'Església catòlica també aconseguí
l'homologació dels títols emesos pels jesuïtes i els agustins (Pontón, 2020:
513).
Els inspectors de primera ensenyança varen ser fiscalitzats de prop i
supeditats a l'autoritat dels delegats governatius (Gaceta de Madrid, 4-9-1924,
p. 1206-1207). Les interferències varen anar acompanyades amb la intimidació de
la pèrdua del dret d'inamobilitat. La inspecció fou desviada de la seva funció
tècnica per a esdevenir una corretja de transmissió ideològica i de control
polític. La Dictadura de Primo de Rivera va fer de la pedagogia una
política al servei de l'Estat (López Martín, 1987: 323).
Josep Maria Milà i Camps, comte del Montseny, nomenat president de la
Diputació de Barcelona (hi tornaria amb Franco), va fornir les escoles i
biblioteques amb llibres apologètics del dictador, el Sometent i la «raza
española». Igualment s'organitzaren conferències a les Escoles Normals per
infondre la mitologia patriòtica als futurs ensenyants i els mestres van ser
obligats a impartir les «Conferencias Dominicales» de divulgació dels
principis del règim en els municipis (R.O. de 29-1-1926).
La Dictadura es va esberlar quan
s'afebliren els suports oligàrquics que la sostenien i per la contestació
creixent. El gener de 1930 el rei rellevà Primo de Rivera pel general Dámaso
Berenguer que encapçalà la «Dictablanda». L'oposició, però, va subscriure el Pacte de Sant Sebastià
amb la participació d'Estat Català, Acció Catalana i Acció Republicana de
Catalunya per a posar les bases d'una alternativa política republicana. Les
eleccions municipals del 12 d'abril de 1931 foren interpretades en clau
plesbicitària i el rei va posar rumb al seu exili romà obrint pas a la Segona
República Espanyola. El periodista italià Niccolò Pascazio va definir la
monarquia espanyola com «una societat de socors mutus del clero, els
militars i l'aristocràcia, a expenses de tots els altres». D'ençà de 1789 cap
sobirà espanyol va tenir un regnat regular (Brenan, 2017: 121).
Miguel Maura, ministre de
Governació de la República, calibrà el primoriverisme d'aquesta guisa: «No ha sido posible, sin grave riesgo personal,
exteriorizar la menor protesta. Todas las libertades han sido suprimidas -la de
palabra, la de prensa, la de reunión, la de asociación-, y el menor desmán se
castiga inexorablemente, ¡Es la fuerza bruta la que manda! (...) El general
dictador ha seguido la tradicional costumbre de las autocracias. Ha creado, a
su imagen y semejanza, un nuevo organismo político que, con el nombre de Unión
Patriótica (U.P.) y con el carácter de único partido autorizado, debe acoger en
su seno a "todos los hombres útiles del país, vengan del campo que
vengan". Los demás partidos quedan eliminados y fuera de la ley» (Maura,
1966: 14-15).
Josep Pla en va fer una valoració sumària: «Es pot fer un balanç de la Dictadura.
Essencialment, els danys de la Dictadura foren morals: significaren un
col·lapse de la ciutadania. A la Península la Dictadura fou probablement un
govern ni pitjor ni millor que la immensa majoria dels ministeris de l'antic
règim [la Restauració (1875-1923)]. A Catalunya, en canvi, fou un govern
minuciosament i implacablement tirànic servit per personatges sinistres. (...)
La Dictadura, però, no creà res i posà Espanya en una situació veritablement
difícil. La característica de la Dictadura fou una enorme verbositat, l'ús
immoderat dels propis elogis, l'explotació de la tergiversació interessada i
cínica». (Pla, 2004: 588).
Mossèn Lluís Carreras, clergue i publicista influent que havia estat empès
a l'exili, expressà el seu convenciment: «Qualsevulla que fossin les
opinions polítiques dels homes de partit, no mancava a cap bon observador la
convicció íntima que la Dictadura amb els seus oprobis i vexacions, amb la
violència injusta de les seves vuit mal anyades, havia descoronat el rei en les
consciències i que en un termini més o menys curt ho seria en la vida legal
espanyola» (Carreras, 1931: 31).
Quan es va proclamar la Segona República, l'Estat gestionava 30.000 escoles
però hi havia un milió d'infants sense escolaritzar. L'Església catòlica era
titular de 5.000 escoles de primària amb 352.000 alumnes i a la vora de 300
instituts de secundària i 20.000 alumnes (Pontón, 2020: 555).
REFERÈNCIES BIBLIOGRÀFIQUES
AISA PÀMPOLS, Manel. La
efervescencia social de los años 20: Barcelona: 1917-1923. Descontrol.
Barcelona, 2016.
BALDOFUR, Sebastian. El
fin del imperio español (1898-1923). Crítica. Barcelona, 1997.
BEN-AMI, Shlomo. La
dictadura de Primo de Rivera: 1923-1930. Traducción del inglés de P. Elias.
Planeta. Barcelona, 1984.
BRENAN, Gerald. El
laberinto español: antecedentes sociales y políticos de la guerra civil.
Prólogo de Marianne Brull. Traducción de J. Cano Ruiz. Planeta. Barcelona,
2017.
CARRERAS, Lluís. «Déu guardi la República». Cultura
Cristiana, VIII (1931), p. 61-62. Cf. Josep Massot i Muntaner. Església
i societat a la Catalunya contemporània. Publicacions de l'Abadia de
Montserrat. Barcelona, 2003, p. 31.
CLARA, Josep. «El bisbe Vila Martínez i la llengua catalana». Revista
de Girona, 101 (1982), p. 367-372; «Els bisbes de Girona davant la
Dictadura de Primo de Rivera». La Dictadura de Primo de Rivera: estudis
sobre les comarques gironines. Cercle d'Estudis Històrics i Socials.
Girona, 1992, p. 75-101.
COLOMER, Josep M. España: la historia de una frustración.
Anagrama. Barcelona, 2018.
COTS I BLAI, Ramon. «El cardenal Vidal i Barraquer i la Dictadura de
Primo de Rivera (1923-1930): pràctica i defensa d'un catalanisme». Revista
de Catalunya, 291 (2015), p. 48-59.
GONZÁLEZ-CALLEJA, Eduardo; RODRÍGUEZ LÓPEZ-BREA, Carlos; RUIZ FRANCO,
Rosario; SÁNCHEZ PÉREZ, Francisco (coord.). La España del siglo XX: síntesis
y materiales para su estudio. Alianza. Madrid, 2015.
IGLESIAS AMORÍN, Alfonso. Marruecos, panteón del Imperio español (1859-1931). Marcial Pons Historia. Madrid, 2022.
LÓPEZ MARTÍN, Ramón. «El magisterio primario en la dictadura de Primo
de Rivera: notas para su estudio». Historia de la Educación: Revista
interuniversitaria, 5 (1986), p. 359-374; «La inspección de enseñanza
primaria en la dictadura de Primo de Rivera». Historia de la Educación:
Revista interuniversitaria, 6 (1987), p. 312-323.
MARTÍNEZ MARTÍN, Jesús A. España, siglo XX: las capas de su
historia (1898-2020). Cátedra. Madrid, 2022.
MAURA, Miguel. Así cayó Alfonso XIII... .Ariel. Barcelona,
1966.
PERFECTO, Miguel Ángel. «Política social y regeneracionismo en la
Dictadura de Primo de Rivera». Studia Zamorensia, 1 (1994), p.
223-242.
PLA, Josep. Francesc Cambó: materials per a una història. O.C.
vol. XXV. Destino. Barcelona, 2004; Cròniques parlamentàries
(1933-1934). O.C. vol. XLI. Destino. Barcelona, 2005.
POLANYI, Karl. Europa en descomposición. Selección, traducción
y notas de Fernando Soler. Prólogo de Rafael Poch. Virus. Barcelona, 2021.
PONTÓN, Gonzalo. España. Pasado & Presente. Barcelona,
2020.
QUIROGA FERNÁNDEZ DE SOTO, Alejandro. Miguel Primo de Rivera:
dictadura, populismo y nación. Crítica. Barcelona, 2022.
RAGUER, Hilari. «La política anticatalanista de la Dictadura de Primo
de Rivera, segons una correspodència íntima». Analecta Sacra
Tarraconensia, 84 (2011), p. 735-832.
RIQUER, Borja de. Francesc Cambó: l'últim retrat. Eds. 62.
Barcelona, 2022.
ROIG I ROSICH, Josep M. La dictadura de Primo de Rivera a
Catalunya: un assaig de repressió cultural. Pròleg de Josep Benet.
Publicacions de l'Abadia de Montserrat. Barcelona, 1992.
SENDER, Ramón J. Imán. Destino. Barcelona, 1979.
TORRES DELGADO, Gemma. La virilitat d'Espanya a l'Àfrica: nació i
masculinitat al colonialisme al Marroc (1880-1927). Afers.
Catarroja-Barcelona, 2020.